miércoles, 7 de diciembre de 2011

Superhuman after all


Siempre he sido un escéptico de primera. No creo en fantasmas, apariciones, y cualquier hecho sobrenatural. ¿Por qué no creo? Simple y sencillamente en toda mi vida nunca he visto algo que me impacte. Nunca se me han aparecido familiares muertos, fantasmas o me han espantado. Nunca he visto objetos moverse, vamos, ni siquiera en las noches de mi juventud, cuando llegaba bien borracho en la madrugada en la casa donde no había nadie. A esto súmenle que soy agnóstico/ateo o como le quieran llamarle.

Sin embargo, hay algo que me llama la atención. Y es que hay momentos en que uno se cree el centro del universo y le encuentra el lado mágico a cosas inexplicables. Resulta ser que, a manera de broma, he comentado en más de una ocasión mi poder de apagar luces con mi presencia. Después de que haya soltado un par de carcajadas querido lector, déjeme le explico: desde hace muchos años (desde mi adolescencia), cuando paso caminando o en vehículo bajo un poste de alumbrado público las luces se apagan, así nomás, se apaga la luz justo cuando paso debajo de ellas.

No pasa muy seguido, pero si lo suficiente como para que me dé cuenta de este fenómeno. Es más, solamente a dos personas se lo he comentado y me ha sucedido cuando he estado con esas personas. Soltando risas, admiración y uno que otro susto.

¿Existirá alguna explicación física? ¿Acaso tendré un poder superhumano digno de la serie de History Channel? ¿Les pasa a ustedes lo mismo y simplemente el alumbrado público de nuestra Ciudad están jodidas? ¿Estará buena mi mota? *. La verdad no lo sé, pero me parece sumamente divertido cuando me sucede.


*Es broma, no lo consumo.

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