domingo, 31 de julio de 2011

La mejor religión del mundo


Uno de los temas que evito con cualquier persona es la religión. De niño fue un católico, más por imposición que por convicción. Al ir adquiriendo madurez y mayor raciocinio me alejé completamente de la iglesia y sus creencias.

Al día de hoy no puedo decir cuáles son mis creencias teológicas y divinas. Para ser sinceros he pensado poco en ello. Al principio me declaraba ateo, pero ante dicha declaratoria más de uno me salía con “No puedes ser ateo porque hay un ser supremo, independientemente de religiones” “No puedes ser ateo, por el simple hecho que existe el mal, entonces el bien tiene que ser el Dios” me comentaba un par de fulanos que recién conocía en una borrachera de amigos de amigos, pero hablaban de religión como grandes estudiosos de la materia, a pesar que no supieran conjugar correctamente los verbos.

Al día de hoy me declaro agnósticos: sólo la razón y hechos comprobables. Me rehúso a pensar en supercherías, lociones mágicas, baños para conseguir trabajo y demás menjurjes.

A pesar de todo respeto todas las creencias, y para muestra mejor trato de evitar un tema tan complicado y que ha causado guerras más violentas en el medio oriente: la religión. Sólo pido un gran favor: déjenme de estar molestando.

Me son sumamente odiosas las personas que no pierden el mínimo detalle para hablar de su religión y de lo bonito que se la pasan. Recuerdo cuando después de terminar un partido de beisbol y nos fuimos a un rancho a festejar la victoria (o derrota, da igual), todo el equipo empezaba a refrescarse, cuando el fulano de la tercera base empezó con una serie de cuentos y pasajes bíblicos: Noé, José el soñador, moisés, entre otras, mientras nos invitaba a acudir a sus reuniones bíblicas. Por favor, a esas alturas todo el equipo quería refrescarse con unas cebadas fermentadas, ¿a quién se le ocurre? O aquella otra ocasión en que una vecina menciona a cualquier frase alguna bendición de Dios: Sí sucede algo bueno “Es una bendición”, si sucede una desgracia “Es una muestra de Dios, para mostrarnos que vulnerables somos y valoremos lo que tenemos”. Pfff, sí como no, pues así nadie pierde ¿no?

“Te dió gripa porque no fuiste a agradecer la navidad a misa” Me comentaba una tía al ver que amanecí un 25 de diciembre sin poder hablar y con una gripa de las que pocas veces me da. De actuar Dios siempre así, entonces tendría gripa los 365 días del año, es más, viviría con ella. Lo que mi tía no sabe, es que pudo ser eso, o la cantidad grosera de whisky que me despaché durante toda la noche, los cigarros, vino, cerveza, entre otras sustancias que me dejaron fueran de combate por un par de días.

Por favor, respeto todas sus creencias, pero déjenme en paz. No traten de convertirme, es en vano. Prefiero seguir mi vida con absoluto respeto de mis prójimos, una sólida educación y valores, y con eso, créanme, el bien y la convivencia entre seres humanos se logra por encima de cualquier religión.

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