Uno de los grandes estrenos de este verano es la película Super 8. Lo que más llamó la atención son los nombres de sus creadores. En primer lugar su productor ejecutivo, Steven Spielberg, es el rey midas de las grandes producciones Hollywoodenses (aunque muchos sean churros, el éxito de taquilla es garantía). En segundo lugar tenemos al directos JJ Abrams, quien es en su trayectoria ha sido director, productor, guionista y creador de muchas películas y series de televisión como Lost, Star Trek, Misión Imposible III, Undercovers y Cloverfield (una gran película).
Con todos estos antecedentes fui al cine decidido a pasar un buen rato, en estos días tan apresurados. Los siguientes párrafos contienen spoilers y tramas, si no han visto la película les podría arruinar la historia.
La premisa es sencilla: En el año 1979 un grupo de niños, recién ingresados a la adolescencia, se encuentran grabando un cortometraje, cuando graban sin querer un accidente de un tren del pueblo. Mientras avanzan las investigaciones van surgiendo nuevas variantes y al final el accidente resulta ser provocado para liberar a un alienígena en poder de la fuerza aérea de Estados Unidos.
La primera parte de la película es muy buena. Ver cómo los niños graban su cortometraje, sus diálogos y actuaciones hacen que yo mismo quiera grabar una película con mis amigos. El pueblo y los personajes son muy disfrutables y el guión en sí mismo es atractivo. La segunda mitad, cuando van descubriendo el extraterrestre/alienígena se cae la película. Afortunadamente el alienígena sale muy poco. El final de la película se lo sacan de las mangas, pues en dos patadas resuelven todo el guión.
Si quieren ver en este verano una película entretenida y con buena producción Super 8 es una buena opción, sobre todo en esta época de vacas flacas y superhéroes insípidos. Por cierto, no vayan a ver Capitán América, mucho menos en 3D, es un robo monumental.
Petardos: 3 de 5
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