domingo, 14 de agosto de 2011

Sabores de mi tierra vecina

Los que somos de la península de Yucatán tenemos un tesoro celosamente guardados. Un producto de la Ciudad de Mérida, Yucatán hizo que nuestros panuchos, salbutes y trancas de cochinita sean aún más deliciosos esos sábados o domingos para aliviar la cruda.

Ubicados en la Ciudad de Mérida Yucatán, en el barrio de Santiago se encuentra la planta que fundó José María Pino Domínguez.


La Embotelladora de Refrescos Pino, S.A. de C.V. tiene dos productos emblemáticos La sidra Pino y el Soldado de Chocolate. El primero está formado por esencia de plátano y el soldado de chocolate está hecho de cocoa, malta y leche.



¿Qué ha pasado con la sidra pino y el soldado de chocolate?

La sida pino se empezó a fabricar en 1888, dos años después de que se creara la Coca-Cola en 1986. Durante décadas dominó el mercado de la península. Hasta que alrededor de la década de los setenta Fernando Ponce, quien llegó de estudiar en Ohio, se dedicó a comprar acciones de la franquicia Coca Cola (bajo la compañía BEPENSA). La familia Ponce se dedicó a expandir su mercado y controlar a sus competidores, incluso la Pepsi adquiriendo acciones de sus competidores.


Fuentes cercanas y extrabajadores de Bepensa, aunque no confirmadas, me han comentado que los Ponce, para perjudicar a la Sidra Pino, en los años noventa contrataba a gente para que compre cajas y destruyera los embases de vidrio de la Sidra Pino, pues la Sidra Pino solo usaba embases retornables y no utilizaba Pet. Por lo que los costos de volver a adquirir nuevos embases de vidrio llevaron a la Sidra Pino a la banca rota. La competencia desleal en su máximo esplendor.

Otro de los rumores fuertes fue el espionaje. Primero la cristal sabor negra, a base de plátano, es una copia de la Sidra Pino. Así mismo, el soldado de chocolate primero sufrió por Bevi. Pero sin duda el caso más sonado fue el de Raúl Rivas, un ingeniero químico que trabajó más de 15 años en la empresa. Rivas conoció todo el proceso industrial de fabricación y copió la fórmula del Soldado de Chocolate y lo vendió a Raúl Fonseca. Este último, según la versión extraoficial, creó la Embotelladora del Mayab y empezó a envasar la bebida llamada Rey de Chocolate. Dicho sea de paso, ninguna copia de la Sidra Pino y el Soldado de Chocolate fue buena, pues el sabor apenas se le asemejaban.

Con todos estos factores y el mal manejo de sus dirigentes patronales y sindicales han logrado que la Embotelladora Sidra Pino esté en Huelga permanente desde febrero 2011, por reclamos de salarios caídos y prestaciones pendientes.


Solamente el stock del almacén y producciones aisladas logran mantener algunas sidras pinos en las tiendas de Mérida, Yucatán, como: la tienda La Milagrosa, del Pasaje Emilio Seijo, y otras de la Segunda Calle Nueva del Centro.

La Sidra Pino y el Soldado de Chocolate fueron parte del sureste mexicano por dos o tres generaciones. No me pondré melancólico pidiendo apoyos para la industria como los Pato Pascual. El mundo capitalista está marcado por ciclos. Tal vez sea el momento de bajar el telón y dejar morir con grandes honores a estas bebidas que nos refrescaron en nuestras acaloradas tierras. Eso sí, en mi próxima escapada a la vecina Ciudad de Mérida, iré corriendo (literalmente)a una de esas tiendas del centro, para recordar aunque sea por unos instantes los sabores de mi tierra.

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