El festival Internacional de Teatro se está desarrollando en estos momentos en Campeche. Del 21 al 29 de mayo específicamente. Para los que nos visitan de otras latitudes, en Campeche casi no hay teatro en todo el año. Salvo el festival anual que elabora la Secretaría de Cultura, súmenle un par de proyectos independientes y una obra puesta en escena por la Universidad. Fuera de eso no hay nada de teatro que valga la pena. Pero eso sí, apenas viene monólogos de la vagina, William Levy, o cualquier artistucho de televisa y verán abarrotadas las localidades.
No soy ningún experto de teatro. Es más, digamos que de teatro no sé nada (o muy poco) de autores, directores, dramaturgos y actores para acabar pronto. Simplemente me considero un espectador que disfruta las obras y procura ir a los eventos teatrales que le sean posible. En lo que va del festival he visto un par y creo será la cuota de este festival. La tareas y trabajos que he dejado para lo último como buen mexicano me está quitando tiempo.
Hoy les voy a hablar brevemente de la obra “El deseo” de Víctor Hugo Rascón Banda. Muchas la conocerán, pues en el D.F. se puso es escena con los actores Ofelia Medina y Víctor Carpintero. Aquí en Campeche se presentó con una obra cubana (es todo lo que sé, perdí el programa, la última vez que lo vi me abanicaba con él). Esta obra es realmente buena. Es una puesta sencilla en producción. La escenografía se limita a una mesa y un par de taburetes (banquillos, como esos de bar). Estas son las obras que me gustan, donde el trabajo y la puesta en escena queda a manos del desempeño actoral, con cero o escaza producción. Únicamente hay en la obra dos actores quienes actuaron por una hora cuarenta minutos sin parar, logrando transmitir todas las emociones.
Una obra que aborda temas sexuales, discriminación y una fuerte crítica social. La obra se desarrolla en Nueva York. Se trata del deseo sexual entre una mujer de cuarenta años y un joven de veinte, ella estadounidense y él colombiano (ilegal). “El deseo” presenta desnudos parciales para la actriz y un desnudo total de espaldas para el actor, eso le otorga aún más puntos.
La obra me gustó mucho, captó mi atención en todo momento. Y cómo no, si al inicio de la obra escucho los primeros acordes de Creep de Radiohead. -No mames ¿Radiohead?- Le dije a mi novia emocionado y en una voz media. –shhhh- me respondió. Resultó ser una escena donde la pareja realiza juegos eróticos con la canción completita y finaliza en el acto sexual. Excelente. Chequen el pequeño video que grabé. La calidad es mala, puesto me encontraba en el tercer nivel del teatro y a media luz el escenario, para proteger a los en su desnudo.
No soy ningún experto de teatro. Es más, digamos que de teatro no sé nada (o muy poco) de autores, directores, dramaturgos y actores para acabar pronto. Simplemente me considero un espectador que disfruta las obras y procura ir a los eventos teatrales que le sean posible. En lo que va del festival he visto un par y creo será la cuota de este festival. La tareas y trabajos que he dejado para lo último como buen mexicano me está quitando tiempo.
Hoy les voy a hablar brevemente de la obra “El deseo” de Víctor Hugo Rascón Banda. Muchas la conocerán, pues en el D.F. se puso es escena con los actores Ofelia Medina y Víctor Carpintero. Aquí en Campeche se presentó con una obra cubana (es todo lo que sé, perdí el programa, la última vez que lo vi me abanicaba con él). Esta obra es realmente buena. Es una puesta sencilla en producción. La escenografía se limita a una mesa y un par de taburetes (banquillos, como esos de bar). Estas son las obras que me gustan, donde el trabajo y la puesta en escena queda a manos del desempeño actoral, con cero o escaza producción. Únicamente hay en la obra dos actores quienes actuaron por una hora cuarenta minutos sin parar, logrando transmitir todas las emociones.
Una obra que aborda temas sexuales, discriminación y una fuerte crítica social. La obra se desarrolla en Nueva York. Se trata del deseo sexual entre una mujer de cuarenta años y un joven de veinte, ella estadounidense y él colombiano (ilegal). “El deseo” presenta desnudos parciales para la actriz y un desnudo total de espaldas para el actor, eso le otorga aún más puntos.
La obra me gustó mucho, captó mi atención en todo momento. Y cómo no, si al inicio de la obra escucho los primeros acordes de Creep de Radiohead. -No mames ¿Radiohead?- Le dije a mi novia emocionado y en una voz media. –shhhh- me respondió. Resultó ser una escena donde la pareja realiza juegos eróticos con la canción completita y finaliza en el acto sexual. Excelente. Chequen el pequeño video que grabé. La calidad es mala, puesto me encontraba en el tercer nivel del teatro y a media luz el escenario, para proteger a los en su desnudo.
Petardos: 5/5
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