martes, 11 de mayo de 2010

Sobreviví a la influenza


Hace un año sucedió lo inesperado. El 11 de mayo de 2009 me enfermé de influenza humana, sí, la porcina o la AH1N1 (y no como dice la horrible de Chucky AHLNL). Recuerden la noticia aquí y aquí.

Todo empezó a las 11 am del lunes 11 de mayo, empecé a sentir cansancio y calentura. Para las 4 de la tarde ya estaba en el IMSS, mi primera visita. Salí negativo en la prueba rápida de detección y de allá me diagnosticaron infección en la garganta. Después de un par de días de descanso, hirviendo de calentura y sin poder caminar por el dolor de cuerpo, regresé a labores y a clases para que el sábado 14 de mayo a las 9 pm me invada una brigada de tres doctores para confirmar que después de recibir mis resultados del laboratorio del DF siempre sí tenía influenza, ja, cuando ya me encontraba mucho mejor.

Había pensado subir una serie de crónicas en varios capítulos de todo lo que tuve que pasar, mis visitas al IMSS, mis pleitos con el personal, algunas muy chistosas y otras increíbles, pero serían muy largas. Tal vez las escriba para guardarlas y se las muestre a mis hijos, pero por el momento simplemente les mostraré un pequeño saldo del balance final:

Según estadísticas de la SSA fui el infectado número 11 (hasta ese momento) de todo el Estado.

Por primera vez en mi vida visité el IMSS, siempre había estado en particular, y lo hice por indicaciones laborales originado por la contingencia.


Me bastó visitar el IMSS para detectar las deficiencias del servicio. Hasta antes creía que la gente exageraba:


Mussgo –¿Buenas tardes?, disculpe, me podría indicar dónde están los consultorios.
Secretaria, leyendo tv novelas y mal humorada- ¿Cómo? Pues dónde han estado siempre, no se han movido.
Mussgo, en un tono más molesto- Mira, es primera vez que visito esta “cosa”, así que por favor contéstame lo que se te pregunta, ¿entiendes?

Discutí fuertemente con dos asistentes, una secretaria (a ella la insulté terriblemente, ja, pobre), la encargada de urgencias y un médico del consultorio 5 del turno vespertino, por ser tan ineptos y pocos sutiles con la gente. Omitiré su nombre, pues si digo que es el médico (y no doctor como quería que le diga) José Luis Barreriano Contrero, se puede chivear.

El encargado de las brigadas y de las visitas domiciliarias de la SSA pasó a formar parte de mi lista negra. Me pidió discreción con mi padecimiento. Al día siguiente se encargó de regar por toda la ciudad mi nombre, lugar de trabajo y una serie de chismes, como que no quería tomar medicamentos (ja, si moría seguramente sería suicidio). Omitiré su nombre…mmmm…inventemos por ejemplo Xabier Blanquete.

Luego de mis berrinches y pleitos con medio personal, tuve atención directa del Director del IMSS. Obtuve atención VIP y All Access por todas las instalaciones, durante los días que me nebulizaban o hacían mis chequeos.


“El único riesgo es que la enfermedad afecten tus pulmones y dejes de respirar”. La primera noche me aprendí las oraciones que había olvidado. Tenía miedo a dejar de respirar mientras dormía.

Dejé de fumar y tomar cualquier tipo de alcohol por 5 largas semanas. Periodo más sobrio desde mi adolescencia.

Compañeros de Maestría dejaron de hablarme (hasta la fecha) porque en su lógica “fui a clases sabiendo que estaba infectado con tal de contagiar a todos, de pura maldad”.

En una ciudad tan pequeña, dónde no pasa nada y todos nos conocemos, fui reconocido por gran parte de la población. A un año todavía es común que me digan “tú eres el que decían entonces”.

En resumen: Sobreviví a la influenza, pero aumentó exponencialmente en tan sólo una semana mi lista negra y el número de enemistades y enemigos por la ciudad.

2 comentarios:

Dinora dijo...

Pues ahora si que cada quien habla como le va en la feria... no pretendo defender tampoco a nuestro glorioso sistema de salud, pero a mí me ha ido bien.. será que también aplica el dicho de .."en el saber pedir está el dar" ??? jajaja

Maximiliano Darvich dijo...

Yo me volví inmune a la influenza... fue el 2009 no recuerdo bien el dia y el mes, pero la influenza era una epidemia a nivel mundial,lo que paso fue que me sentía horrible y con dolores y tenía fiebre, pero no una fiebre normal, estaba hirviendo, fui al doctor,me diagnosticaron influenza.
Mi cuerpo luego de 3 dias desarrollo una defensa que desactivo el virus para siempre, y eso me volvio inmune al virus.