lunes, 18 de abril de 2011

Vive en un instante. Parte II

Sábado 9 de abril. Día dos. 9:30 am

Nos despertamos con la cruda de cerveza Indio, de cigarro y de todo lo aspirado de manera pasiva (en el ambiente). Un buen baño y un buen desayuno nos darían fuerzas suficientes para seguir el largo camino que nos faltaba. Listo nuestro “Check out” nos preparamos para encontrarnos con Cecilia (mi hermana) para que nos diera alojamiento en  su departamento para los días restantes sin antes entrar al hermoso Ángel de la Independencia. En él, cámaras donde según están los restos de héroes nacionales y que nos aguardaba una terrible agonía, unas pequeñas escaleras en forma de caracol dentro de un cilindro de acero de un promedio de dos metros y medio de ancho.

Después de varios minutos y de lo que pareció una eternidad, la claustrofobia y el cansancio no tardó en llegar.

Cecilia: ¡Creo que tengo que dejar de fumar!  Recc: No le eches la culpa al cigarro, son las escaleras tan pequeñas. Mussgo: ¿Cecilia ves el final? ¿Ves la luz al final del túnel? Cecilia: Veo puras escaleras y a la señora que está delante de mí (un señora con sobrepeso que disminuía  su ritmo a cada paso). De momento todo se detuvo. La señora no podía más.

¿Qué hacemos ahora? ¿Ya no puede? ¿Pasamos sobre ella? ¿Y si cae fulminada y empieza a rodar? Eran las preguntas que nos hacíamos y sin visibilidad sólo podía ver la “choncha” pierna de la pobre mujer. Finalmente después de un esfuerzo sobrehumano (de la señora) llegamos al mirador donde nos aguardaba un terrible vértigo pero con una hermosa  vista de la ciudad. Sólo 5 minutos y un par de fotos fueron suficientes para regresar al martirio que nos hizo llegar.

Mussgo: Ya bajemos, en serio, ya vámonos! La bajada fue como siempre más fácil. Definitivamente era mejor verlo desde abajo, alegamos.

3:00 pm

Después de un tardado trayecto en metro llegamos al foro, con la sorpresa que estaba aún más lleno que el día anterior, la mayoría con los deseos de entrar para ver a la banda más esperada del día: Caifanes. Nunca había visto tanta gente junta, montones de gente llenaban los alrededores y en la pequeña entrada principal se veían sólo cinco miserables puertas de acceso. 
Los apretujones, empujones, el calor humano y el sol en su punto desesperaba hasta al más paciente. Pero gracias al ingenio de los chilangos hacía más amena la espera. Sus tradicionales “A ver a que horasss!!” y “una porra para el poli” no se hicieron esperar. Del otro lado con las manos hacia arriba un muchacho alzaba un cartel con la inscripción: LIZ TE AMO lo que provocó la burla hacia el pobre diablo enamorado. “Yo también la amo!!” “Oraa pues cuántos soomos!” “Liz es una p&%ta!”, entre otras.

Finalmente después de sufrir logramos entrar para darnos cuenta que nos perdimos a una banda muy buena, Rebel Cats y también en el escenario Indio a Yokozuna.

15:40

Llegamos a la Carpa Roja con las chicas de Ruido Rosa agarrando sus instrumentos, el sonido fuerte de su música y su belleza hizo provocar más de un suspiro en los espectadores. Es bueno ver que con talento se pueden hacer muchas cosas.

16:25

El calor ya era mucho como para no tener una chela en la mano. La carpa roja se llenaba para ver a una banda que genera mucha expectación, Vicente Gayo que ya sea por su estilo de interpretación o porque presentan una propuesta diferente, con rock, sintetizadores y otros sonidos raros, hacen que valga la pena escucharlos.

17:00

Nos trasladamos al escenario Vive Latino donde alcanzamos algo de San pascualito Rey que dejaron el escenario preparado para una gran banda: La Gusana Ciega. Sin duda de lo mejor de la tarde, una banda ya consagrada que con canciones como No me tientes, Me puedes o Tornasol hicieron cantar a muchos de los presentes. Después un poco de Los pericos, de Radai , una visita a las ONG´s (Organizaciones No Lucrativas) y recargar las chelas.

19:00

De vuelta al Escenario Vive para ver a la banda española JarabedePalo. Banda que no conozco gran cosa, sólo las más conocidas como Grita, Depende,  Bonito y la más conocida de todas La flaca. Buena banda y gran trayectoria, un rock pop muy agradable.
Después la banda chilena Los Bunkers de las más coreadas en el escenario a pesar de que muchos de las personas que seguidores de Caifanes nos miraban feo, ¿Los conocen? ¿Se saben las canciones? Entre otras. Miéntele, ven aquí, ahora que no estás, llueve sobre la ciudad, Y volveré y la nueva Quién fuera prendieron al público presente.

21:00 pm

Los enanitos Verdes entraron en escena, la banda argentina de gran trayectoria y éxito en Latinoamérica. Canciones como tus viejas cartas, la muralla, amores lejanos y el clásico lamento boliviano que no podía faltar.

22:20 pm

Todo quedo listo para ver a la banda más esperada por la mayoría: Caifanes. La expectativa era mucha, después de tantos años se reunían y de tanto que se dijo de ellos.  No faltaron los comentarios, con cual abrirían, si le iba dar la voz a Saúl, cual debían de tocar o cual no debía faltar. 

Terminó la larga espera y pronto se escuchó Mátame porque me muero con las palabras de Saúl: “Raza, Caifanes a tus pies”. Esto si es música no como Nortec se escuchó muy cerca. Sin comentarios. Después tocaron: Antes de que nos olviden, viento, Los dioses ocultos, La célula que explota, Ayer me dijo un ave, Afuera, No dejes que, entre otras muchas provocaron la euforia de un Escenario Vive lleno hasta el tope y dieron pie a un gran cierre con la tradicional Negra Tomasa provocando el bailongo entre los presentes. ¿Cumplió las expectativas? ¿Fue de lo mejor del vive? ¿Saúl y compañía dieron todo de sí? Preguntas que sólo los verdaderos fans podrán contestar.



Cerramos la noche caminando varios minutos por la avenida sin encontrar taxi alguno hasta encontrarnos a Fernando, amigo campechano que se nos separó después de Enanitos Verdes y que nos guió de nuevo a la entrada del Foro alegando que ahí tendríamos más suerte. Y tenía razón, un tricicletero (Si, taxi de tres ruedas) que se ofreció llevarnos por la cantidad de 25 pesos por persona a una avenida donde hallaríamos taxis, -pero somos 4 - comentamos. -No importa si los aguanto- respondió. Entre risas y temor al atropellamiento logramos nuestro objetivo. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se porque nunca había entrado a su Blog, pero está genial. Jajajajja recuerdo bien esa subida al Angel... y no lo volveré a hacer jajja. Regresen pronto!! Ceci

Mussgo dijo...

¿cómo que no habías entrado? Pues te lo has perdido, ja. A ver que día de estos regresamos por allá a visitarte. Muchas gracias por el alojamiento. Saludos