viernes, 15 de abril de 2011

Vive en un instante. Parte I



A Recc, Miguel, Fuva, Fernando y Cecilia, quienes

hicieron de un evento todo un suceso.


Durante años la música ha sido parte de mi vida. De todas las artes es la que más disfruto. Me es difícil comprender mi vida sin un soundtrack de fondo. Escuchar música mientras trabajo, mientras estudio, mientras voy en auto, en el los walkman (en su momento), en el ipod (en la actualidad) y en cualquier actividad que realizo, es parte de mi rutina.


El rock se cuece aparte, y más en su género independiente. Es por ello que el vive latino hace una delicia completa. Más de 80 bandas durante 3 días en 4 escenarios hacen un bufete para todos los gustos.


¿Cuál fue la mejor presentación? ¿Qué día estuvo mejor? No existen respuestas para ello. Cuando uno va a un concierto a ver una banda no va solo. Lleva consigo un baúl de recuerdos y un trasfondo que hacen inolvidable una canción, una letra, un solo de guitarra. Saber si una banda es mejor porque rebasó el cupo de personas de foro, o porque han vendido más discos, o porque han tocado por los 5 continentes no son una escala real. Uno ama una grupo por lo que significa para él, por el momento que le tocó vivir mientras escuchaba las canciones, por la letra, por los momentos en que la canción/banda le llegó justo en un flashazo de su vida. Momentos que uno recuerda, saborea y huele cuando está junto a miles de personas y escucha los primeros acordes.


Por todo lo anterior resulta imposible hablar del vive latino 2011 de manera objetiva. Las presentes reseñas representan una ventana experiencias personales en esos tres días de desenfreno, sin pretender ser notas informativas del evento.


Viernes 8 de abril. Día uno. 1:00 pm


Después de un viaje sin Contratiempo nos encontrábamos en el hotel justo junto al ángel de Independencia (no, no era el Sheraton María Isabel, otro). Después de prepararnos para la primera jornada nos encontrábamos caminando en reforma, hacia el metro los insurgentes. -Está cerca a 3 esquinas- nos comentó un policía. Es aquí cuando aprendimos la primera lección del día: las distancias es un término relativo en la ciudad capital comparado en una ciudad tan pequeña como Campeche.


A lo lejos vimos una pareja de hombres besándose de lengua y dándose un faje a plena luz del día. Mientras decenas de personas pasaban a su lado. Eran dos jóvenes. –Bienvenido a la capital, eso no lo ves en nuestro pueblo- mencionaba Recc. A lo largo del camino más parejas homosexuales y lesbianas a nuestro alrededor. –Un momento, algo raro hay aquí- afirmó Recc. –Claro, no hay rampas para discapacitados en la calle- rematé mientras nos dirigíamos al metro insurgentes. Enseguida observé en los postes y letreros banderas de colores y dibujos de arcoíris. “Aquí sí que festejan la primavera fue mi primer pensamiento”.


A dos cuadras nos encontrábamos en medio de un foro en contra de la discriminación de la comunidad homosexual y lésbica, organizado por el gobierno del DF y el CONAPRED. No habíamos caído en cuenta que estábamos en el corazón de la zona rosa. Apresuramos nuestros pasos tratando de escapar de la manifestación y de los lentes de los reporteros. Si acaso llegan a ver fotos en los medios de Recc y un servidor en una manifestación, ya saben que nos encontrábamos en busca del metro insurgentes (cof, cof).


3 pm


Todo el metro camino a Ciudad Deportiva es una fiesta. Los vagones se llenan de jóvenes rumbo al foro sol. Apenas pones un pie en la estación los revendedores se te acercan preguntándote si te sobran o te faltan boletos. Una vez adentro del foro todo es felicidad. Caminar entre centenas de gentes desconocidas con sus caras sonrientes y con las energías puestas. Gente gritando, bailando, tomando, besándose, gritando “vive, vive” y saludándose entre todos. Aquí radica la diferencia de un festival cultural musical y un concierto de un grupo específico. En el vive puedes estar flanqueado de un lado con el hijo de algún empresario que dejó un porsche convertible en el estacionamiento y del otro puedes estar junto a un tipo con 20 piercing en la cara, peinado mohicano y su camisa del Tri con la virgen de Guadalupe. El vive no discrimina: hay mezclas de darketos, punketos, metaleros, emos, fresas, jóvenes, adultos, padres e hijos rockeros, es decir, una convivencia el cual todos los actores toman conciencia del respeto en su más puro esplendor. En cambio, un concierto de Metallica Radiohead o Muse solamente recibe a su público homogéneo, todos con el mismo gusto musical.


Al principio hicimos la caminada de reconocimiento. Identificar los escenarios, las stand, los bares indio y accesos. Después de recoger nuestras pulsera de Cerveza indio, que no sirvieron para nada, nos encontrábamos escuchando a los estrambóticos en el escenario vive. Un buen toquín a medias para cargar energías.




4:25 pm


Elis Prapika inicia en escenario indio. Una banda que apenas conocía por un par de canciones, pero me dejó gratamente sorprendido. Un grupo de mujeres con un rock fresco muy ameno. Las primeras cervezas indio no se hicieron esperar.


5:30 pm


Los tiempos de traslado de un escenario a otro rebasaron nuestros cálculos. Llegamos a tiempo al inicio del toquín de Pito Pérez. Su rock-pop fue realmente muy bueno sumado a una actitud bastante amena. El único problema de la carpa roja era la superficie. Un terreno lleno de tierra roja que se levantaba ante el aire y el salto de centenas de gentes. Pronto las gargantas y los ojos ardían con tanto polvo aspirado.


6: 30 pm


Nos encontrábamos en la zona VIP del Escenario principal. El VIP sirvió a medias. Las comidas y bebidas que estoy seguro leí en algún lado, nunca existieron. Lo único rescatable son los asientos (los más cerca al escenario), un amplio bar y baños con agua de los que se encuentran permanentemente en el estadio.


Fobia tocaba en el fondo lo mejor de sus éxitos mientras Leonardo de Lozaine era objeto de gritos de mujeres. Una gran banda, con mucha trayectoria. Su presentación fue de lo mejor del día.


Posteriormente aparece Charly García vestido de torero. Su presentación me fue indiferente. Si bien es cierto que en los 80 fue un ídolo, en la actualidad está lejos de ser una buena propuesta en el escenario. Sus excesos hacen que se mueva con dificultad y que articule correctamente una oración. Se baso a hacer comentarios chistosos e irreverentes mientras sus coristas hacían el resto.


9:30 pm


Al final Sepultura ganó ante Jane´s Addiction. Precisamente en el Escenario indio existía un atraso de media hora con el programa. Fue el único atraso de todo el festival, pues la puntualidad de inicio y fin de las bandas era admirable.


Raxas seguía en el escenario Indio. Una banda mexicana de metal que particularmente me pareció mala. Un rock común y corriente, de los que se escucha en cualquier bar, con un vocalista pegando berridos. Lo peor fue la actitud del vocal. A cada canción repetía una y otras vez “arriba el metal cabrones” “apoyen al rock mexicano cabrones” “viva mexicano cabrones” y cualquier tipo de apoyo sumado a la palabra cabrones. ¡Que pésima actitud!. Para empezar la música no es hermana de la caridad ni teletón. Uno apoya a una banda por su desempeño y calidad en el escenario, independientemente de su nacionalidad. Pedir apoyo a cada canción por el hecho de ser mexicano es de muy mal gusto. Y créanme, su música no era para apoyar.


Mientras se preparaba el escenario para Sepultura, vimos a Jannés Addiction en las pantallas. De sepultura solamente escuchamos la primera canción, pues ya era hora de ir a ver el gran cierre del escenario principal.


10:35 pm


Nortec Collective Presenta: Botish + Fusible. Llevo algunos años siguiendo a Nortec. No sé ni cómo ni dónde los conocí, pero por fin tenía la oportunidad de verlos en vivo. Una propuesta ingeniosa: música electrónica con banda. Una gran presentación: buen sonido, juego de luces y el performance en vivo de todos los músicos. Botish and Fusible salieron al inicio con unas máscaras con pantallas de led, al más puro estilo de Daft Punk. Se despojaron de las máscaras a medio espectáculo para continuar su repertorio. Una hora completa de música sin parar. Fue un gran cierre para el primer día. Personalmente fue lo que más me gusto del día viernes.




Al inicio del día nos habíamos propuesto continuar la fiesta en el estacionamiento con unas cheves, o de plano ir a algún antro en donde las bandas ofrecían afters. Lección número dos del día: nunca planees nada para después del festival. Al final nos encontrábamos minutos antes de las 12 pm en el metro, cansados, sucios, con sueño y con tierra en oídos, nariz y garganta. Imposible continuar la fiesta en esas condiciones. Las chelas ya hacían efectos adormecedores. El metro se detuvo en la estación Tacubaya y ya no había más líneas disponibles. Salimos de la estación dispuestos a agarrar un taxi. Afuera nos esperaban taqueros con aspectos pocos amigables y un puñado de gente extraña que se mezclaban entre prostitutas gordas, microbuseros, taxistas y unos vendedores de frutas y legumbres.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre con recuerdos del Foro Sol buenos conciertos con todos mis amigos