lunes, 29 de marzo de 2010

Impunidad

Me molesta la impunidad.

Dos veces he sido asaltado a mano armada (al menos eran armas blancas) mientras caminaba por ahí tranquilo sin hacer daño a nadie, no fueron la gran cosa gracias a Dios, solamente me quitaron las cosas que tenía en ese momento.

Sé que muchos de ustedes tienen historias más intensas qué contar sobre estos temas, pero más bien quiero hablar de ese sentimiento que se generá en tus adentros cuando el fervor del rencor y la risa macabra de la impunidad chocan para crear una gran necesidad venganza.

Después de aquellos hechos muchas veces he fantaseado con que tomo venganza, en mi fantasía me imagino muchas formas de hacer sufrir a aquellos que intentan aprovecharse por traer un arma o por ser más.

Me imagino que traigo una pistola y cuando se acercan a mí para realizar su delito, el juego les cambia totalmente volteándose en su contra, imagino su reacción de sorpresa y espanto, su cara de temor al pensar que ya no la libraron, que nunca debieron haber salido de sus casas, que su vida va a terminar por su estúpida afán de no trabajar y conseguir las cosas de manera fácil -aunque cabe mencionar que son un 'tanto valientes' al salir a las calles y no saber si en realidad alguna vez les vaya a salir alguien más gañán que ellos-.

En mi fantasía ellos no solo se llevan un susto, les disparo en el pecho, luego en la pierna, luego dejo inservibles sus ojos (para evitar futuros reconocimientos), les digo todo tipo de cosas que se me ocurran en ese momento '¿Ves lo que te ganas?' 'No debiste intentarlo' '¿Ahora quien quién es quién?' 'Ja, pendejo', los hago sufrir mas no los mato, deben vivir para contárselo a sus similares, les debe llegar el mensaje de que ellos no son los únicos que pueden portar armas, que no son los únicos que piensan violentamente, que los sentimientos salvajismo y furia existen en todos los humanos, natural.

Fantesear con todo esto me hace sentir fuego en el cuerpo, un fuego que quizás quedé encerrado dentro de mí por siempre pero que calma un poco mis ganas de venganza.

No hay comentarios: