El puente del progreso

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Somos un país tercer mundista. Los más optimistas lo llaman un país en vías de desarrollo, aunque de desarrollo no tenga nada. Los problemas económicos de México se deben a muchos factores. Libros, ensayos, revistas y artículos por centenas salen cada día tratando de explicar los problemas que nos aquejan.

Yo tengo una teoría más sencilla. Un cáncer humano que si bien no es la solución a todos los males, es el talón de Aquiles de nuestro país. Y no es que sea un erudito en la materia, o tenga Doctorado o Maestrías en Europa como esos hijos de políticos y empresarios campechanos que no conformes con robar del presupuesto público, están becados por la Fundación Pablo García por sus “bajos recursos”. Mientras tanto, los mortales deben desembolsar tres mil o cuatro mil pesitos mensuales para el posgrado de su gusto, rápidito que la educación cuesta. No señores, nada de ello, pero el poco contacto que he tenido con trabajadores tanto del sector público como privado me ha llevado a descubrir nuestro problema: la actitud y cultura en materia laboral.

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Siempre he sido un quejumbroso: no soporto a la gente huevona. Por fortuna (o desfortuna) me encuentro en estos momentos en el sector público. Un sector beneficiado en cuanto a vacaciones. Antes trabajaba en el sector privado, dónde se cuida el peso más pequeño y hasta la última hoja de impresión se cuida, todo por que el dinero es de inversionistas y porque de la empresa dependemos todos. En dónde solo los días inhábiles eran el 25 de diciembre y el día primero y solo porque hasta los jefes estarán crudos. Aquí no existen semanas santas, ni primaveras, ni Benito Juárez a quienes festejar, mucho menos veranos. Vaya contraste.

Existen modelos y ejemplos grandiosos de países sin beneficios geográficos y sin recursos naturales que han salido adelante. Japón y la India por ejemplo. El secreto la base laboral y el capital humano intelectual. En México, podemos poner al Presidente de su preferencia y tengo la certeza que la población será la encargada de seguir siendo un país sin educación, sin valores y sin cultura en materia __________(ponga el tema de su preferencia).

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Desde la segunda semana de septiembre vienen a preguntarme a mi lugar compañeros de trabajo-¿se trabajará el viernes 17? ¿sabes si habrá puente?-. Les explico que llegó una circular informando que no habrá trabajo solamente 15 y 16 de septiembre. El día 17 es igual de hábil como cualquier otro.

El Licenciado de la oficina de enfrente indignado, porque a su criterio esos legisladores son unos payasos. En lugar de dar inhábil el 17 dan el 15, vaya que son pendejos. Le explico que no hay motivos por dar el día el 17. El que esté pegado al fin de semana no es motivo para hacerlo inhábil. Que por Ley Federal de Trabajo el inhábil es el día 16, y sólo por este año, por decreto presidencial, y por festejos del bicentenario, darán el día 15. Todo ello con el objeto de que la sociedad civil pueda asistir a los múltiples y millonarios festejos que se harán el día 15 desde el medio día en todos los Estados de la República.

-Eso lo deberías de saber, está en la justificación de días inhábiles que incluye la Ley Federal.- Le comento. El Licenciado se levanta indignado y se levanta a buscar una taza de café.

Otro día la secretaría alegaba que somos una dependía de lo peor.

-En las demás secretarías federales y en otras estatales no habrá trabajo el viernes 17, es una gran injusticia social- Argumenta.

Si nos comparamos con los más pendejos o los más flojos mi querida Yuridia no llegaremos muy lejos. Da gracias que te encuentras en un lugar beneficiado y que cobras más que cualquier profesionista por trabajar 7 horas al día y ganar más que cualquier contador o licenciado en el sector privado por contestar el teléfono y recibir documentos. Pienso en decirle lo anterior, pero respiro hasta 100.

Por último llega el conserje de la dependencia –Me molesta mucho, ayer mismo vi al presidente de la República decir que no habrá labores 15, 16 y 17 y regresamos el Lunes 20 de septiembre- Comenta mientras trapea mi lugar con su cubeta con aguas negras dejando una pestilencia y el piso más manchado de lo que estaba.

Le hago ver que somos una dependía autónoma y que no nos aplica los decretos para las dependencias Federales.

-Sólo cuando nos conviene no somos federales- me argumenta. Le remato explicándole que somos un organismo desconcentrado del Gobierno Estatal y que nos regimos de diferente manera.

-Es culpa del sindicato. Ellos deben de meter presión para que nos den más días inhábiles. A la próxima ni loco voto por el mismo líder sindical- Me replica mientras se aleja con una estela de aguas negras de la oficina.

Por último llega la Contadora. Me comenta que en teoría somos Federales porque recibimos dinero de la Federación y, además, si es un decreto Federal aplica a toda la Federación. Me desgasto por enésima vez en el día explicándole que el recibir dinero de la Federación no te hace dependencia Federal, más aún, los decretos Federales no se refiere a una enmarcación geográfica si no a la autoridad que le da origen. La contadora se levanta furiosa y se va a capturar miles de pólizas y a hacer ajustes que ha aprendido de manera automatizada.

Por último llega el Licenciado del la oficina vecina dando mil argumentos tontos del porque no debemos trabajar el día 17. Me sorprende que además de tener buen nivel y responsabilidad, y además de dar clases en dos universidades privadas tenga argumentos peores que los conserjes. A estas alturas mi nivel de estrés me rebasa y no tengo tiempo para escuchar tonterías.

–Si no te gusta trabajar renuncia, habrá una persona que si quiera y lo haga igual o mejor que tú- Le remato mientras contesto una llamada.

Al final del día, me comenta la Secretaria que no pierde detalle de todas las pláticas –Asu mecha Petardo, de verdad que eres bien mala onda, por eso nadie te quiere aquí-.

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7:00 a.m. Suena mi despertador alejándome de mi estado letárgico. Un buen café para iniciar el día. Recorro la ciudad hacia mi centro de trabajo y me alegra ver a toda la gente trabajadora con sus mejores caras para sacar el país adelante.