Bien, hasta ahora hemos hablando de música, cine, videojuegos y mucho entretenimiento. Ahora abriré una nueva sección “Master”. Para los que no sepan, Recc y un servidor estudiamos una maestría en administración en dos escuelas distintas y con dos nombres distintos pero bajo el perfil internacional “Master Bussiness Administration”. En esta sección subiremos ensayos, investigaciones, y cualquier explicación que consideremos interesantes. Ahora les explicaré una parte breve del Fobraproa, dentro del tema proyectos de inversión y opciones de financiamiento en una clase de finanzas. Cabe señalar que son comentarios de una sesión de aproximada 5 horas en un día, así que no esperen un ensayo ni mucho menos.
En los años setentas y ochentas era muy fácil obtener créditos bancarios. Bastaba dar un bien de garantía para obtener jugosos créditos y poner una empresa. Viene la crisis de principios de los noventas y nuestra famosa crisis de 1994. En una noche la gente se durmió con una deuda y se despertó con la deuda triplicada. Los deudores no pudieron pagar sus créditos y los bancos se hicieron de bienes muebles. El negocio de un banco es tener flujo de efectivo para seguir dando préstamos y obtener intereses y comisiones. El tener casa y autos empezó a reflejar números rojos en los bancos-
En ese entonces, la suprema corte de justicia de la nación aprobó el anatocismo, es decir, desechó los juicios de amparos de deudores y en México se volvió perfectamente legal en los títulos y operaciones de crédito cobrar intereses sobre los intereses y no sólo sobre el capital. De esta forma, los créditos se volvieron insultantes, y algunos ya saben el resultado: ricos volviéndose pobres, pobres más pobres, suicidios, negocios cerrados, entre otros.
Los bancos empezaron a cerrar, la economía se tornó complicada en unos cuantos meses y el panorama pintaba a compararse con la recesión de la segunda guerra mundial. Se detuvo el comercio, la economía no tenía actividad productiva, créditos cerrados al 100%, etc. Es por ello, que entra las instancias internacionales al rescate. Por presión del Congreso de Estados unidos, nuestro principal socio comercial y el Fondo Monetario Internacional, organismo que regula políticas comerciales y préstamos macroeconómicos a los países, quienes sugieren crear el Fobraproa. Realmente el Fobraproa ya existía, lo que hicieron es regular lo siguiente: Los bancos tenían que clasificar sus deudas. La escala es de la letra A a la E. Los créditos que eran impagables y el deudor no tenía capacidad de pago eran situados en la letra D y E eran créditos rescatados por el gobierno. Por cada peso de deuda, el banco recibiría 80 centavos.
En ese sentido, el gobierno federal tenía que cubrir los montos de esos créditos para que el banco recupere su dinero. Lo anterior no significa que el gobierno entregue dinero a particulares para cubrir sus deudas, sino que el gobierno pagaba directamente al banco el importe correspondiente a esas deudas para que puedan seguir operando y dar flujo a la economía.
Hasta aquí todo bien, ¿en dónde está el problema? En primer lugar, pues el gobierno federal tuvo que detener obras y distraer dinero destinado en el presupuesto de egresos de cada año en el Fobraproa, dinero destinado a ciencia, educación, cultura, infraestructura carretera, entre otros. El segundo problema pues resulta ser que estamos en México, y a nuestras queridas instituciones financieras se les ocurre poner a mucha gente deudora que sí tenían solvencia económica para cubrir sus deudas en la calificación D y E, con tal de obtener mayor recursos (un 80% seguro). Es cuando salen a la luz pública nombres de deudores que podrían estar en la lista de Forbes, acaudalados empresarios, familias de rancio abolengo y uno que otro político perdido.
Es por ello que el secreto bancario y los expedientes del rescate bancario siguen hasta hoy, como diría un cantante famoso. Y hasta la fecha los “ladrones de cuello blanco” obtienen dinero de esta forma.
Ahora ya tenemos una razón más del porqué se necesita más dinero y los impuestos son insuficientes.
En los años setentas y ochentas era muy fácil obtener créditos bancarios. Bastaba dar un bien de garantía para obtener jugosos créditos y poner una empresa. Viene la crisis de principios de los noventas y nuestra famosa crisis de 1994. En una noche la gente se durmió con una deuda y se despertó con la deuda triplicada. Los deudores no pudieron pagar sus créditos y los bancos se hicieron de bienes muebles. El negocio de un banco es tener flujo de efectivo para seguir dando préstamos y obtener intereses y comisiones. El tener casa y autos empezó a reflejar números rojos en los bancos-
En ese entonces, la suprema corte de justicia de la nación aprobó el anatocismo, es decir, desechó los juicios de amparos de deudores y en México se volvió perfectamente legal en los títulos y operaciones de crédito cobrar intereses sobre los intereses y no sólo sobre el capital. De esta forma, los créditos se volvieron insultantes, y algunos ya saben el resultado: ricos volviéndose pobres, pobres más pobres, suicidios, negocios cerrados, entre otros.
Los bancos empezaron a cerrar, la economía se tornó complicada en unos cuantos meses y el panorama pintaba a compararse con la recesión de la segunda guerra mundial. Se detuvo el comercio, la economía no tenía actividad productiva, créditos cerrados al 100%, etc. Es por ello, que entra las instancias internacionales al rescate. Por presión del Congreso de Estados unidos, nuestro principal socio comercial y el Fondo Monetario Internacional, organismo que regula políticas comerciales y préstamos macroeconómicos a los países, quienes sugieren crear el Fobraproa. Realmente el Fobraproa ya existía, lo que hicieron es regular lo siguiente: Los bancos tenían que clasificar sus deudas. La escala es de la letra A a la E. Los créditos que eran impagables y el deudor no tenía capacidad de pago eran situados en la letra D y E eran créditos rescatados por el gobierno. Por cada peso de deuda, el banco recibiría 80 centavos.
En ese sentido, el gobierno federal tenía que cubrir los montos de esos créditos para que el banco recupere su dinero. Lo anterior no significa que el gobierno entregue dinero a particulares para cubrir sus deudas, sino que el gobierno pagaba directamente al banco el importe correspondiente a esas deudas para que puedan seguir operando y dar flujo a la economía.
Hasta aquí todo bien, ¿en dónde está el problema? En primer lugar, pues el gobierno federal tuvo que detener obras y distraer dinero destinado en el presupuesto de egresos de cada año en el Fobraproa, dinero destinado a ciencia, educación, cultura, infraestructura carretera, entre otros. El segundo problema pues resulta ser que estamos en México, y a nuestras queridas instituciones financieras se les ocurre poner a mucha gente deudora que sí tenían solvencia económica para cubrir sus deudas en la calificación D y E, con tal de obtener mayor recursos (un 80% seguro). Es cuando salen a la luz pública nombres de deudores que podrían estar en la lista de Forbes, acaudalados empresarios, familias de rancio abolengo y uno que otro político perdido.
Es por ello que el secreto bancario y los expedientes del rescate bancario siguen hasta hoy, como diría un cantante famoso. Y hasta la fecha los “ladrones de cuello blanco” obtienen dinero de esta forma.
Ahora ya tenemos una razón más del porqué se necesita más dinero y los impuestos son insuficientes.
2 comentarios:
no para eso existe el rincon del vago???? para subir sus tareas... cada día pierde credibilidad este blog... lástima comenzó bien...
No, el rincón del vago es para que cualquier pendejo suba sus tareas y luego cualquier huevón copie pendejadas.
Esperemos que con estas entradas se reduzca la visita de pendejos a nuestro blog.
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